Saber escoger el perfume para cada ocasión, lugar o persona se convierte en un pequeño problema para casi el 65% de los españoles según
La Botica de los Perfumes. Las mujeres eligen mejor que los hombres. Los hombres gastan más que las mujeres y la peor nota se la lleva la elección de los aromas para estancias como la oficina, el coche, el hogar o el comercio.
Aunque no existe un corsé a la hora de elegir fragancia, sí conviene tener en cuenta una serie de consejos que resumen porqué debemos inclinarnos por una u otra según la situación y el momento.
Según datos de La Botica de los Perfumes las conclusiones de su encuesta realizada entre sus más de 140 tiendas en España, las mujeres son las que más controlan el equilibrio del olor y la fragancia más adecuada según la ocasión mientras que los hombres tienden a gastarse más dinero en las mismas fragancias de siempre; son más fieles a un aroma concreto y gastan más en él sin reparar en ese equilibrio y diferencia entre un momento y otro.
1.- La distinción entre la fragancia para el día y para la noche siempre debe estar presente. El día requiere de notas frescas, no demasiado perfumadas y que den sensación de un olor limpio y no excesivamente cargado. Ligeros toques florales, alguna nota de lima o naranja representando a los aromas frutales y presencia de madera pueden dar una orientación del tipo de fragancia para las horas de luz.
La noche debe ser una fiesta olfativa donde los perfumes de mayor aroma tienen que estar presentes. La fragancia dulce, con notas de distintas especias y alta presencia de almizcle es considerada una de las mejores opciones. Debe ser elegante y no demasiado presuntuosa.
2.- Entrevista de trabajo. También La Botica de los Perfumes aconseja qué tipo de fragancia es la más adecuada para una entrevista de trabajo. En esta situación, no se debe permitir que el aspecto exterior y sus complementos destaquen por encima de nuestro currículum y habilidades.
Por ello conviene evitar las fragancias excesivamente perfumadas, las de noche quedan descartadas, y sí apostar por aromas más herbales y cítricos con notas frescas. Más cercanas a las de día pero con un componente mayor en sobriedad y frescura.
3.- Para las citas la apuesta es más arriesgada. No es lo mismo una primera cita en la que no hay más intenciones que las de pasar un rato agradable con una bonita comida, cena o salida al cine que una cita diseñada específicamente para seducir.
En este último caso, la apuesta es clara. Fragancias dulces, con notas de canela o chocolate, elevado nivel de almizcle e incluso la posibilidad de utilizar un perfume con feromonas.
4.- Lugares de trabajo. Según La Botica de los Perfumes, uno de los principales suspensos de los comercios, oficinas, despachos, tiendas e incluso transportes públicos se encuentra en el aroma de estos emplazamientos. No hay nada que genere más rechazo que un lugar que tenga un mal aroma o que lo tenga en exceso. Según la empresa española especializada en perfumería, más del 89% de estos lugares no prestan atención a este detalle y no saben por dónde empezar.
Mención especial para los vehículos en los que la mezcla de olores, tabaco, perfumes, olores corporales, comida, o la misma mercancía que se transporta ya sean maletas o bultos de trabajo dejan impregnado un olor en la tapicería que se mantiene y se entremezcla. Un caso directo es el de los taxis o transportes públicos. Lugares pequeños por donde pasan muchas personas y dejan su olor. Más del 94% de estos espacios no cuentan con un buen sistema de aroma. La mayoría peca de los tradicionales sistemas para vehículos que generan aún más rechazo sin tener en cuenta la búsqueda del equilibrio olfativo.
Aunque existen cientos de situaciones diferentes, el denominador común es distinguir fundamentalmente el día de la noche y los momentos profesionales de los más personales. La evolución de la fragancia comienza con los tonos más frescos y naturales del día a los más perfumados, dulces y con mayor almizcle de la noche. Pero, sobre todo, se debe distinguir cuándo debe destacar más una fragancia que nosotras por ejemplo, cuando tratemos de conquistar.