29/11/2010 -
Esta guardería completamente bilingüe franco-española promueve esta doctrina y pone en aplicación una metodología muy trabajada ya a lo largo de muchos años de experiencia.
Hasta los 8 años, los niños tienen una gran facilidad para aprender idiomas. Hasta esa edad, lo asimilan de forma intuitiva y apenas tienen que esforzarse. A pesar de que algunos padres son reacios a enseñarles desde pequeños por temor a que esto dificulte su aprendizaje, los niños crecen como si tuviesen dos seres monolingües arrojados en su cabeza, y viven el proceso con total naturalidad. El mejor método, cuando sea posible, es hablarles en casa en dos idiomas diferentes o acudir a centros bilingües de verdad que aplican métodos especiales.
Aprender desde bebés
Los niños de hasta tres o cuatro años tienen la capacidad de crecer en varios idiomas sin mayores problemas. A partir del cuarto año, ya no pueden conjugar algunos verbos de un idioma nuevo de una forma tan rápida y tan correcta. Entre los ocho y los diez años concluye una de las fases principales del desarrollo humano… precisamente el momento en que los niños suelen empezar a aprender su primera lengua extranjera. A esa edad, ya no aprenden de forma intuitiva, sino que tienen que esforzarse de una forma similar a los adultos.
En 1997, el equipo de neurólogos del hospital Memorial Sloan Kettering, de Nueva York, comprobó que el cerebro de un niño es capaz de memorizar dos lenguajes en forma simultánea en una misma región de la corteza cerebral, utilizando un único grupo de neuronas, a diferencia de los adultos, quienes al adquirir un segundo idioma lo almacenan en un área distinta. En términos prácticos, esto significa que mientras más pequeños sean los niños, el aprendizaje de idiomas es natural y simple, ya que no hacen el proceso de traducir el pensamiento de un idioma a otro, como los adultos.
Recientes estudios han comprobado que los bebés que escuchan discursos en lengua extranjera durante sus primeros meses de vida hallan más fácil aprender idiomas en el colegio o una vez son adultos. Psicólogos de la Universidad de Bristol indicaron que el cerebro en desarrollo pasa por un periodo de "programación" en la infancia que establece para la vida del individuo su capacidad para reconocer sonidos clave en cualquiera que se convierta en su lengua nativa. Así, cuando un bebé nace, tiene la capacidad de distinguir cada tipo de discurso. Incluso si los padres son ingleses, el niño tiene la capacidad de distinguir sonidos vocales griegos y chinos. Un recién nacido es capaz de distinguir todos los sonidos, pero cerca de los seis meses selecciona sólo aquellos que son relevantes para su lenguaje.