No cabe duda: el concepto de negocio de la cadena extremeña
La Botica de los Perfumes, que ofrece a cualquier emprendedor la posibilidad de gestionar su propia tienda bajo la fórmula tradicional de venta a granel de perfumes, además de otros productos de cosmética y aromas para el hogar, está al alza. Y no sólo por haber dado con un sector que necesitaba –y nunca mejor dicho– de aires y aromas nuevos, sino por encontrar una fórmula ‘low-cost’, que hace aún más atractiva su oferta. Así, no es de extrañar que la cadena lleva inauguradas 43 unidades operativas durante el presente 2013; que haya recibido premios y reconocimientos como el de ‘Mejor Pyme Extremeña’; que mantenga su objetivo de llegar a las 90 unidades operativas al concluir el año, y que prevea una inminente salida al exterior, con el foco puesto en Portugal, México y Brasil, como destinos iniciales. “Iniciativas tan encomiables como ‘La Botica Solidaria’, con la que ya hemos ayudado a miles de personas a cubrir sus necesidades básicas, o el hecho de contar con un con un Departamento de I+D+i, creado desde la fundación de la marca, para diferenciarla del resto”, explica Juan Antonio Almoril, uno de sus fundadores, “nos han impulsado a crear un modelo de negocio caracterizador, en el que a la dimensión económica fuese una más, junto a la social y la creativa, y nos convirtiesen no en una referencia más del sector, sino en la más atractiva, tanto para posibles franquiciados como para la sociedad”.
Al frente de la nueva tienda que la marca ha inaugurado en la ciudad autónoma de Melilla (calle del General García Margallo, 19) se encuentra Iunus, un emprendedor que agradece a la central las expectativas que van creando en la gente, para que cuando se produzca la inauguración del público ya sepa qué tipo de tienda se va a abrir y muestre predisposición a conocer los productos que vende, con cerca de 20.000 prospectos repartidos por las calles circundantes. Por su parte, La Botica de los Perfumes de Tomelloso (calle de Doña Crisanta, 2) es propiedad de Saray, Sara, Alfredo y José, cuatro emprendedores que saben que han apostado por una franquicia diferente, donde lo primero son los franquiciados, y en la que más que una relación mercantil, existe un vínculo de confianza. Finalmente, en Vitoria (calle de San Prudencio, 13), a Silvia y Ainara, las propietarias de la nueva perfumería de la marca les enamoró el concepto de La Botica, que fuese un producto hecho aquí, y su calidad. Miraron otros conceptos de perfumería de equivalencia, pero a diferencia de cadenas similares, en La Botica hay un amplio abanico de producto, no sólo perfumes, sino cosmética, ambientadores, etcétera.