La cadena de perfumerías ‘low-cost’ Son Tus Aromas, abre un nuevo establecimiento en Elche (Alicante)

26/11/2014 -

Son Tus Aromas es una cadena de perfumerías especializadas ‘low-cost’, con más de 150 referencias de fragancias con denominación propia para hombre, mujer y niño, que sin haber cumplido aún dos años de vida cuenta ya con 11 establecimientos abiertos al público. El último de ellos recién inaugurado en Elche (Alicante) en la céntrica Carrer de la Diagonal, 3, que se une a los ya abiertos en casi toda la geografía española: Comunidad Valenciana, Cataluña, Castilla y León, Comunidad de Madrid, País Vasco, Islas Canarias, Andalucía... De este modo, la firma supera sus expectativas de crecimiento, pues tiene previsto llevar a cabo en breve al menos otras cuatro aperturas antes de concluir el presente año 2014. En concreto en Madrid capital (2), Barakaldo y Portugalete (ambas, en Vizcaya). Y es que los responsables de Son Tus Aromas resaltan que, frente a otras opciones de negocio, en las que prima sólo la rentabilidad –pero la actividad diaria no se puede decir que sea especialmente interesante o agradable de desarrollar– la venta de perfumes es un negocio atractivo, pues permite interactuar con clientes de todo tipo y con multitud de gustos diferentes. Pero además, explican que pocos conceptos de negocio actuales que permitan poner en marcha un establecimiento tan recoleto como el de esta cadena de perfumería “con marca blanca”, o con marca del distribuidor, por una inversión tan baja; en el caso de Son Tus Aromas, apenas 12.950 euros.

«Es un negocio que está de moda, y eso atrae clientes y dispara la demanda, porque la gente quiere saber qué tiene de especial, por qué despierta interés; cosa que no sucede con un establecimiento tradicional». Mª Ángeles García, responsable de Operaciones y Producto, asegura que se trata de un negocio de éxito probado, lo que minimiza el riesgo siempre presente de poner en marcha todo nuevo comercio. «Y siempre que estemos hablando de productos que mantengan unos estándares elevados de calidad, la gente demanda ‘low-cost’. Está dispuesta a pagar menos, e incluso encantada de hacerlo, pero dentro de unos límites. Es un negocio que ha nacido con la crisis, y ésta le ha impulsado, pero desde luego ha llegado para quedarse: antes, uno no se planteaba comprar genéricos; pero ahora que los ha probado no está dispuesto a pagar siempre por el original, cuando puede obtener algo muy parecido por menos de la mitad de su precio».