Alfa Inmobiliaria, la mayor red comercializadora de inmuebles de nuestro país, ha rediseñado toda su estrategia comercial de cara a 2015. El objetivo es hacer más eficaz el sistema comercializador de su red y de este modo reducir los honorarios que asumen sus clientes.
La iniciativa ha supuesto dar un giro de 180 grados a la organización. Si hasta ahora el perfil profesional básico de la agencia inmobiliaria era el comercial, con el nuevo enfoque el peso de la organización recae en el analista. Este profesional debe tener amplios conocimientos sobre cómo funcionan los procesos de toma de decisión, de modo que toda la gestión comercial sea mucho más directa y eficaz.
“En la actualidad, un comercial puede realizar entre 30 y 40 visitas hasta cerrar una operación de compra venta. Este hecho, que es una realidad del mercado, supone un importante coste que finalmente el intermediario debe trasladar al comprador”, afirma Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria. “Con este nuevo modelo, añade, nuestro objetivo es ahorrar tiempo y dinero a ambas partes”.
La base sobre la que se apoya esta nueva operativa es la neurociencia, un concepto en el que la Alfa Inmobiliaria lleva ya años trabajando con importantes resultados. Para ello, la compañía ha puesto en marcha cursos formativos para su personal en el que se ayuda a los empleados de la red a trabajar con técnicas como la visualización, la implantación de emociones en el subconsciente y de conexión intuitiva con un cliente. “Si nuestra intención es ayudar a un cliente, no vender una propiedad, concluye Duque, el resultado será tan beneficioso para una parte como para otra, siempre el mejor resultado posible es cuando todos ganan”.